¿Por qué es importante dormir?
El sueño es vital para la salud de la persona, el no dormir implica mayor riesgo de enfermedades graves, tales con infartos al corazón, accidentes vasculares cerebrales, obesidad, diabetes y cáncer, por nombrar solo algunos.
El sueño se encarga de reparar todo el desgaste diurno, permite la “limpieza” cerebral de productos de desecho de las neuronas, que se relacionan con la prevención de demencias como el Alzheimer. Regula la producción de numerosas hormonas, tales como la del crecimiento, la insulina, que regular el azúcar y numerosas hormonas que regulan el apetito. Por eso el dormir mal se asocia a un aumento progresivo de peso y mayor riesgo de Obesidad.
El sueño profundo y reparador, permite mejorar y consolidar la memoria, optimizando los niveles de atención y concentración, generando así un adecuado rendimiento diurno.
¿Cuántas horas debo dormir?
Depende de la edad de la persona. Para el adulto, el mínimo de horas que debe dormir por noche es de 6 horas, con un ideal de 7 u 8 horas por noche. Es importante el horario durante el cual se duerme, siendo fundamental que sea nocturno y no dormirse después de las 12 de la noche.
¿Qué actividades te ayudan a quedarte dormido y contribuyen a un dormir profundo?
Tener un horario regular de sueño, asociado a rutinas de desconexión antes de dormir; son medidas fundamentales para lograr el ansiado descanso. A modo de ejemplo: 30 minutos antes de dormir, recién acuéstate, listo para dormir y realiza una rutina placentera, sin ningún tipo de pantallas: lectura liviana, ejercicios de meditación, con música ambiental de tu agrado.
Procura cenar temprano y liviano, al menos 2 horas antes de dormir, evitando los estimulantes tipo cafeína y nicotina en ese lapsus de tiempo.
Es ideal que hagas actividad física, permite mejorar tu salud física y mental, lo que te ayudará a conciliar un sueño más profundo y reparador. Recuerda evitar realizar la actividad física durante las 3 horas previas a dormir.
Por último, es muy importante que el dormitorio sea un lugar confortable, con la temperatura adecuada, iluminación correcta y con el suficiente aislamiento acústico que te permita descansar. Evita al máximo que tu lugar de descanso sea el «centro de operaciones» para todas tus actividades diurnas.